Morrissey irlandes de nacimiento se trasladó con sus padres a vivir a Manchester .Un suceso que a Morrissey le causó un gran impacto cuando era niño fue una serie de asesinatos cometidos por una pareja, un hombre y una mujer . Esta serie de crímenes, que tuvo como víctimas fatales a cinco niños, fueron llamados por la prensa The Moors Murders ("Los Asesinatos de los Páramos"). Entre 1963 y 1965 una pareja inglesa decidió matar a niños. Eran Ian Brady y Myra Hindley. Mataron a cinco niños, de entre 10 a 16 años, hombres y mujeres. No sólo los mataron, abusaron de ellos y torturaron, incluso registraron algunos de sus crímenes en fotografías y en grabaciones en cinta de audio. Los crímenes horrorizaron a Inglaterra, especialmente en Manchester, donde se cometieron y fueron denominados ‘Los Asesinatos de Moors’, en honor al lugar donde enterraban los cuerpos, el Saddleworth Moor.
Lesley-Ann, con tus hermosas perlas blancas
Oh Manchester, demasiado por responder
Hindley se despierta y Hindley dice
En ‘Suffer Little Children’ todos tienen voz, los protagonistas aparecen y se transforman en el coro de la angustia. Detrás la música de Marr, que entre infantil y oscura redondea el sentido ambiguo de la letra. En ciertos momentos parece un festejo, en otros una manifestación del dolor, en la que tres de las víctimas son referidas (Lesley-Ann Downey –la más torturada de todas-, John Kilbride y Edward Evans), hay una madre que llora la muerte de su hijo y uno de los asesinos Myra Hindley, en talvez el instante musical más tenebroso de la canción, cuando se despierta y está por decir algo, como si se acercara a los niños a hacerles algo.
Morrisey funciona como un narrador impasible.La canción fue tocada una sola vez en vivo por The Smiths. Está incluida en su primer disco y fue el lado B del single ‘Heaven knows I’m miserable now’. Para cuando vio la luz había cuerpos que todavía no eran recuperados (por eso la parte del ‘Find me, find me…’) y causó un revuelo en Inglaterra, cuando varios medios y emisoras radiales llamaron a boicotear al grupo y la canción por utilizar una tragedia como esa para hacer música. Incluso familiares de las víctimas intentaron presentar demandas, pero el propio Morrisey se encargó personalmente de hablar con esas personas y desvirtuar cualquier acción legal. En definitiva su interés era descargar esa rabia e incomprensión del horror que tenía adentro desde pequeño. Al final incluso terminó siendo amigo de algunos de ellos.El cierre del tema es el coro de los muertos, las frases a sus seres cercanos, la comprensión de que ese dolor jamás podrá desaparecer y de fondo las risas/llantos de una mujer/niña como evidencia de la vida, de lo que toca vivir después de la ausencia provocada por un acto de violencia desproporcionada.Los asesinos fueron condenados a prisión de por vida. Hindley tuvo la posibilidad en su sentencia de pedir libertad condicional, pero nunca se la dieron. En el 2002 murió de un infarto en una prisión inglesa. Ella afirmaba estar arrepentida y haber actuado por temor a que Brady le hiciera algo, pero la justificación no convenció a nadie. Brady sigue pudriéndose en un hospital psiquiátrico, como debe ser.
Morrisey es quizás el mejor letrista de los últimos 40 años, no sólo del rock, sino de la música en general y para aquellos que se jactan de componer pues vendría bien prestarle atención a sus canciones, sus melodías y cómo consigue hacer de sus demonios unas obras que valgan la pena.Y que su tormenta personal haya pasado y haya sido posible de decantarse en una canción como esa es suficiente para el acto de creación. Sobre todo cuando ese hecho se convierte en algo tan determinante en tu vida y te lleva a nombrar a tu grupo. Smith era el apellido de la persona que delató a la policía a la parece asesina y esa palabra le quedó dando vueltas al pequeño Steven Patrick, quizás para utilizarla en algo que hiciera al crecer. Y así fue.
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